La constructora de la obra, la brasileña Odebrecht, le entregó la planta al Fondo de Solidaridad luego de recibir la última cuota de los 25 millones de dólares que el Estado le debía.
La obra, de 230 megavatios de energía, demandó una inversión de 355 millones de dólares, de los cuales 317 millones fueron a la construcción de la central, 2,5 millones de dólares a la fiscalización y 35,5 millones para diversos costos de la concesionaria.
Del total invertido en la central hidroeléctrica, el 20% le correspondía a Odebrecht y el 80% restante a Hidropastaza, concesionaria del proyecto y brazo ejecutor de Hidroagoyán, generadora eléctrica de propiedad del estatal Fondo de Solidaridad.
Al terminar de comprar el 20% del paquete accionario, el Estado se transformó en el dueño absoluto del proyecto, pues el 80% de la deuda adquirida al Banco de Desarrollo del Brasil la cancelará Hidropastaza.
La central hidroeléctrica, que fue inaugurada en mayo de este año, comprende la casa de máquinas, dos rotores, un equipo electromecánico, dos transformadores y una subestación.
San Francisco se construyó en las entrañas de la población que lleva el mismo nombre, ubicada a 20 minutos del cantón Baños, en la provincia del Tungurahua.
La central se alimenta de las aguas del río Pastaza y su construcción demandó cuatro años.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Electricidad (Conelec), San Francisco aporta con el 9% de la demanda nacional de energía y representa un ahorro de 100 millones de dólares en la importación de combustibles (usados para la operación de las termoeléctricas).
Publication: El Universo - Economía
Provider: Diario El Universo
Date: November 7, 2007
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